domingo, 6 de marzo de 2011

Y llegué a la ciudad

El 18 de julio de 2003 llegué a Madrid para quedarme. Aunque entonces no podía saberlo, aquel viaje de 12 horas Bilbao - Madrid (nunca viví un atasco semejante en los casi ocho años siguientes) fue el inicio de una dura historia de amor...la mía con esta imposible ciudad...43º a las tres de la madrugada de esa noche de julio, debería haberme olido algo...

Una semana antes exactamente recibí una llamada desde el máster que acababa de terminar. ¿Te interesa una beca en Madrid en el departamento q3iuhfñjhpeiurg? (Así fue exactamente como me sonó aquello entre los nervios y la sorpresa, no esperaba que la abogadita  fuera la primera en recibir una oferta para irse a tierras lejanas...)¿Puedo pensarlo? Sí, por supuesto, llámanos, tienes un cuarto de hora, si no llamas para aceptar la oferta llamaremos al siguiente de la lista...Ahhhhhhhhh...gracias por darme tiempo!! Cómo? 15 minutos? llamé a todas las personas que podían saber qué coño era  q3iuhfñjhpeiurg...ni idea, nadie tenía una idea exacta...así que...sin ceder al chantaje tan brutal que podría definir el resto de mi vida...ACEPTÉ...

El pánico se fue apoderando de mí...abandonar el chiquitito pueblo pesquero en el que crecí y a sus 16.000 habitantes que conoces de vista cuando menos, a mi familia, a mis amigos, mi vida protegida...por la capi...guauuuuuuuuuuu...si hoy me envían a NY no estaría tan impresionada con el cambio de vida que supondría como lo estuve entonces...y cuándo me incorporaré? una segunda llamada confirma el amplio plazo...7 días...ufffffffffff...recuerdo un conocido que ya vive en Madrid, el alojamiento arreglado durante una semana...bueno nena, seguro que nada es tan duro como parece...

Cuando bajé de ese autobús y respiré el poco aire que en Julio queda en Madrid supe que nada iba a ser sencillo aquí. Pareciera que el aire también se pira de vacaciones en esta ciudad, porque sigo teniendo la sensación de que no hay para todos los que intentamos respirar hondo...años después me acostumbré a recortar suministro como pasa con el agua al lavarme los dientes, toca respirar suavecito hasta que se levante viento y entren reservas.

Cogí un taxi con aquella sensación de no saber si el taxista puede liártela al verte la carita de no saber por dónde vais, pirámides, por favor...Llegué a la casa de ese conocido que rápidamente noté no conocer tanto...me dieron un beso de bienvenida sin quitar la vista del televisor y me dijeron cuál era el cuarto que podía ocupar y dónde estaba la nevera...Yo, siempre cuidadosa, opté por pegarme una ducha y acostarme directamente aunque mi estómago rugía como nunca...

Ese fin de semana antes de incorporarme a trabajar el lunes me dediqué a explorar el terreno...me fui en metro hasta mi futuro trabajo porque temía perderme y no llegar a tiempo el lunes siguiente...las 2 líneas del metro de Bilbao no te entrenan para el complicado entramado de líneas del metro de Madrid por no decir que tardé en reconocer dónde estaba dado que era la única persona con pasaporte español de mi vagón...somos los únicos con derecho a vacaciones? cómo han cambiado las cosas desde hace un par de años, ahora no se va ni perri de vacaciones...

Compré melón, cocacola light, algo de jamón y pan bimbo, no quería ocupar demasiado espacio en la nevera y a 40 grados a la sombra no tenía ganas de comer demasiado. Y me dediqué a andar, andar y andar...cuando me perdía me localizaba el plano del metro...y volvía a andar...fueron 2 días eternos...y 2 noches aún más largas...

El lunes llegué un poco antes a trabajar...llegué al que sería mi departamento durante un año y medio, y nadie levantó la cabeza de su ordenador...Hola???? Una chica rubia, joven pero con voz autoritaria que identifiqué con acierto como la jefa, me dijo, siéntate ahí un rato, C. tu tutor, está a punto de llegar...llegaba gente, uno tras otro, sin inmutarse por mi presencia...busqué mi capa de invisibilidad en el bolso por si la llevaba puesta y no me acordaba, seguía ahí...por qué no me veía la gente entonces? pero entonces llegó la que luego sería mi hermana en Madrid, Laura, y me dijo...hola!! soy Laura, encantada...qué ojos más increíbles tienes!!! y una gran sonrisa me devolvió el color a la piel...ok, el resto necesitará su tiempo...así fue, hoy sigo adorando a muchos de ellos...

Y llegó C. me miró, y dijo: vaya, mujer y abogada...nada niño, disimula un poquito tu entusiasmo, que aunque te duela...vengo para quedarme...tú verás lo que tardas en acostumbrarte...

...continuará...

1 comentario:

  1. Eso!!! qué ojos más bonitos, jeje, todavía nos acordamos eh!
    Como comprobaste, yo veo a través de las capas de invisibilidad y qué guay! porque si no te me habrías escapado, hermanita!!!
    Qué arte tienes escribiendo, la pena es que no te puedo seguir desde la bb.... :(

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