lunes, 14 de febrero de 2011

Tensar la cuerda

Los que me conocéis ya en mi etapa "adulta" no creo que penséis en mí como alguien especialmente rebelde, pero creedme que llegué a sacar a mis padres de sus casillas...pobres...y es que como yo cumplía con creces en mi obligación más importante, que era el colegio...creía que eso bastaba para poder tensar la cuerda en todo lo demás aunque constantemente la cuerda se partía y me daba en la cara para intentar espabilarme...y ni con esas...ni una norma chavales, no seguía ninguna...ni la hora de volver a casa (estoy convencida de que las excusas que llegué a inventarme me convirtieron en la especie de "cuentacuentos" que soy ahora...), ni las clases de solfeo y posteriormente de piano (no llegué a ensayar ni dos horas a la semana), ni eso de no viajar con mi novio...

Nunca pedí permiso para hacer nada...llegaba con una raasta en el pelo, con el segundo agujero de la oreja (no llegué con el pendiente ni a casa, mi madre me obligó a deshacerme de ese "engendro" en el ascensor..., se cerró, claro...), o con unos periquitos que todos en la familia odiaban profundamente porque no paraban de gritar (si, si, gritar, no cantar)...

Un día me invitaron a llevar un grupo de chavales para ayudarles a crecer...ufffffff...qué fuerte...yo ejemplo de qué??? me pesaba la responsabilidad, pero fue el primer reto de muchos...si esos chavales supieran lo que hicieron por mí...y di la vuelta al calcetín...si debía ser ejemplo de algo lo haría a conciencia....y creedme, que ser ejemplo de unos chavales cuando tú aún lo eres, es realmente complicado...

Mis chicos eran realmente excepcionales, y juntos tomamos una decisión que aún me ayuda a enderezar cada día a mis treintaitantos...cada día abro los ojos y busco algo, una señal de que todo está en orden, una razón para dar las gracias...hay días que solo puedo encontrar una señal, otros están llenos de ellas, y me acuesto con cierto dolor en las mejillas por no haber dejado de sonreír...un gatito relamiéndose, una libélula suspendida en el espacio, una sonrisa de la cajera del super, que mi perro doble su cabecita en señal de desconcierto, una carcajada de un bebe viendo bailar a su madre, encontrarme con Ros por sorpresa en un bar, que su amiga Tere me diga que le gusta cómo escribo, que Elisa y yo nos conociéramos en un mismo punto hace un par de años, que una señora me dijera en el autobús que le encantaba la flor que llevaba en el pecho, un plato de bravas con amigos demasiado picante que nos hace llorar, que los donuts estén de oferta cuando más los necesito...abrid los ojos, el día está lleno de señales para un corazón atento…

¿Queréis saber cuál ha sido hoy mi señal? Volvía a casa en metro después del fisio y llevaba los cascos puestos, pero he visto que un chaval entraba al vagón dispuesto a cantar...no me he quitado los cascos pero el sonido superaba el volumen del ipod y escuchaba su voz, limpia, segura...muy muy bonita...y qué era eso? coros? vaya, ya creía yo que este chico era especial, pero es uno más de esos que llevan la base grabada y sólo añaden una voz algo plana a un conjunto enlatado...no, espera...me quito los cascos...todo el vagón excepto yo estaba cantando con él!!! el coro no está grabado sino improvisado!!!! wuau...cómo no sonreír!!!! cómo no dar las gracias!!! gran aplauso en el metro...me bajo, Cuzco...qué emocionante...

Espero que mis chicos sigan buscando señales allá donde estén, ellos mi primera señal...

PD: acabo de leer esto a mi madre y me ha dicho que el finde que vaya de visita estoy castigada porque no sabía que viajé con mi novio sin decírselo...que se le va a hacer, esto de la redención tiene un precio...

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