lunes, 11 de abril de 2011

Días como hoy

Por diversas circunstancias no he viajado demasiado hasta hace tres años, eso sí, me estoy desquitando...De los 18 años hasta los 24 no viajé demasiado básicamente porque no tenía un duro, ni yo ni mis amigos, con lo que a pesar de repartir propaganda, hacer encuestas, hacer los recados a mi viejita preferida...nunca ahorré suficiente para irme más allá de un camping en Zarauz o Portaventura...

Luego llegó el dinero pero a mi nuevo novio nunca le apetecía, así que viajé algo más pero siempre con sentimiento de culpa por dejarle en casa...

Cuando me quedé soltera, llegó el mundo a mis pies...llevaba una vida ahorrando sin saber para qué exactamente, así que lo vi claro...había ahorrado para descubrir tierras lejanas...Islas Vírgenes, Miami, Costa Rica, Lisboa, Nueva York, Croacia, Grecia, París, Algarve, Munich, Londres, Mexico; San Francisco, Los Angeles, Las Vegas...etc...cada sitio con un encanto especial, y algo de agobio por lo que me queda por descubrir...

El país que me hizo soñar con una vida mejor Costa Rica, la ciudad en la que no pude cerrar la boca de admiración NY, la ciudad más bonita que he visto Dubrovnik, la playa más impresionante Playa del Carmen, la ciudad más evocadora París, las tiendas más divertidas en Londres, el futuro emocionante San Francisco...y todo esto por ahora...porque esto es un vicio que es difícil parar...pero días como hoy...días como hoy no podría llegar al aeropuerto...días como hoy odio cualquier país, ciudad o pueblo alejado de mi cuerpo...
Hay días, como hoy, que me da pánico querer a nadie...enamorarme de nuevo...o seguir estándolo...me gustaría sentirme anestesiada como cuando me operaron de un quiste y me dieron la epidural y no sentía nada de cintura para abajo...me gustaría que me anestesiaran el corazón y el cerebro, para que no pueda amar con ninguno de ellos, ni recordar, ni añorar...aunque costara no poder reír tampoco...

Hay días, como hoy, que dejo de creer en los cuentos de hadas, que dejo de soñar con un vestido blanco de cola o niños revoloteando, días que la realidad escuece, que un sólo comentario te jode el día, que ves el último tren echando humo y alejándose de tu estación dejándote los ojos empañados y el corazón roto en pedazos.

Este domingo fue un domingo de esos triste, largo, lento, con dolor de estómago...de esos que mi cuerpo me regala cuando se avecina una mala noticia...y llegó esta noche, claro...

Creo que voy a dejar de querer por un tiempo para que no se aleje nadie, para que grandes amigos no se conviertan en ex huidizos, para que no tenga medio corazón en Zurich, Luxemburgo, ni siquiera en Burgos...decidido, no se si durará 24 horas o 3 años, pero tengo la firme voluntad de no volver a despedir a ningún amor mal curado...porque me encanta viajar, pero me gustaría que mi cuerpo siguiera a mi corazón en aquellos países que visita...que mi corazón no viaje por su puta cuenta...

Disculpadme, hoy no puedo disfrazar la pena...

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