El 17 de agosto llegaron a mi vida dos ángeles sin alas. Llegaron con pasitos suaves y sin hacer mucho ruido, sabían que les esperábamos y no necesitaban tambores y platillos, y sabían que era el momento perfecto para presentarse.
Llegaron de madrugada y su olor llenó el cuarto...tan distintos, tan increíblemente bonitos...él moreno, morenazo diría yo, atlético, de enormes ojos y con unas larguísimas pestañas que serían la envidia de la mismísima Kate Moss...ella blanquita, de piel nácar, boca perfecta y olor a Loewe...
Cada uno con su personalidad y sus cosas que contar...él vigilante, observador, tan atento...llevándose las manitas a la cabeza como diciendo: qué habéis hecho con el Ibex mientras yo estaba ahí dentro!!...ella altiva, seria, distante...retirando la carita al intentar besarla, que eso de las babas no queda nada chic!!(algo que provocaba nuestras ganas de comérnosla entera!!). Parecía mentira que tan chiquititos no se rompieran en pedacitos al cogerlos.
Cuatro meses después es imposible no sonreír cuando te miran, es imposible respirar cuando se miran entre ellos...él sonríe sin parar, sonrisa de encía al aire, y aunque sigue vigilante y nunca le pillaremos por sorpresa cuando te ve sonríe como si llevara rato esperándote, ya no le importa el Ibex, no más que a mí...ella ha descubierto que mola mucho comunicarse, así que tiene charlas eternas con su madre, su padre o quien le preste atención, carcajeándose ocasionalmente al escuchar su propia voz´...estoy de acuerdo con ella, yo también me parto al escucharla...y ya no se quita los besos, supongo que ya intuye que vendrán tiempos en los que no llegarán todos los que ella necesite (eso se lo susurré yo un día, primera lección de tía)...
Nunca me parece tiempo suficiente a su lado, dejar de tocar con mi mejilla su sien es imposible, parece mentira...cómo tan chiquititos consiguen ocupar tanto sitio en nuestras vidas?
Gracias sister y cuñi, sois unos padres increíbles y me habéis hecho tremendamente feliz al traer al mudo a estos locos bajitos para curarnos el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario