Acabo de agregar en Facebook “al Barbas”…que quién es “el
Barbas”? …mi entrenador de balonmano…ehhhh…se me calmen esas risas!!!...hay
algo que aún no sabéis de mí, y es que tengo un pasado como deportista de
élite, como seria promesa del deporte nacional, como estandarte de la vida en
chándal…oye!! Que escucho las carcajadas desde aquí!! …bueno, algo exagerado
este enfoque…teniendo en cuenta que tendría unos…12-14 años…éramos la leche.
El Barbas era alto y espigado, de barba espesa y ya canosa, como
un silbidito de delgado y difícil de ver quieto en ninguna parte. Era ansioso
dando clases y mucho más en el campo. Cura de mi colegio (religioso más bien),
pero costaba relacionarle con una misa y la meditación, era duro… muy duro…no
porque nos chillara, que también…no porque los entrenamientos fueran duros, que
también…no porque echara miradas asesinas ante el más mínimo error, que también…sino
porque era casi imposible que se fuera contento después de un partido,
hiciéramos lo que hiciéramos, aunque duplicáramos el marcador de tías mucho más
grandes que nosotras, aunque se levantaran las gradas en aplausos, …era
imposible hacerle feliz, por mucho que lo intentáramos, y era frustrante. Creo que llegué a odiarlo, que le llamé en bajito cosas que ni sabía que significaban pero que me sonaban fatal...creo que consiguió desquiciarme muchas veces, pero...
Hasta que llegó el día…jugábamos la final del campeonato y
estábamos atacadas. Como era
costumbre llegamos corriendo al campo, no sé si
era casualidad que nunca calculáramos bien el tren que nos dejaba con tiempo o
era todo una estrategia para hacer el precalentamiento corriendo por las calles
Bilbaínas, lloviendo por supuesto, y esquivando a las viejitas que a pesar de
llevar paraguas se empeñan en ir bajo las cornisas y que las rodees (todo un
clásico extendido por el País Vasco) aunque tengas que meterte hasta las
rodillas en un charco, con lo cómodo que es jugar un partido con las deportivas
empapadas y chirriando. Llegamos, nos cambiamos, y a dar vueltas al campo…recordad
que llevábamos media hora corriendo con obstáculos…vengaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!
Pita el árbitro!!
Fue un partido espectacular, con goles imposibles, escuadras
y faltas duras, vaselinas y demás filigranas…y un momento cumbre en mi carrera
como portera (porque yo era la portera…aunque os cueste creerlo): parada con
plena jeta de un punto decisivo!!! Se levantan las gradas aplaudiendo como
locos mientras lloro como un bebe…apenas puedo ver y me cabreo pensando que
aplauden la enorme leche que me he llevado…a , no, coño!! Que me aplauden a mí!!!
Olé olé!! igual acabo en el hospital pero soy muy grande!!!
Pitan el final del partido y el Barbas, largo como un día
sin pan, salta desde el banco en el que no conseguía relajarse hasta mitad del
campo!!! SI, SI , SI!!! ESTAS SON MIS CHICAS!!! 12 niñas llorando como bebés de
la sorpresa, de la emoción de ver orgullo en su mirada, de ver por fin
satisfacción!!! Mañana a las 6 os quiero dando vueltas…a sus órdenes Barbas!! Somos
tus chicas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Nunca me he sentido más orgullosa de mí misma que en aquel
partido, ni por un ascenso, ni por una buena crítica, ni por un aplauso…nunca
he sentido de forma tan clara que el esfuerzo tenía su recompensa, que la
perseverancia te hace brillar…nunca nadie me ha mirado con ese brillo de
satisfacción infinita como me miró el Barbas esa mañana, y nunca volver al tajo
ha sido tan deseado.
Ahora el Barbas es mi amigo de Facebook…me gustaría contarle en persona
todo lo que me ayudó que fuera tan duro conmigo, espero que lea este pequeño
homenaje, es una una etapa de mi vida que me encanta recordar, porque lo conseguimos
tras mucho trabajo, porque el Barbas estuvo por fin orgulloso de entrenar a un
pequeño equipo de gente pequeña en un pueblo pequeño.
PD: a todas mis chicas del equipo, qué grandes fuimos siendo
tan pequeñas!! besooooooooooooooooooooo